Usted puede compensar los viajes en avión o sus trayectos en carro apoyando la siembra de árboles en municipios o zonas rurales.
Todos contribuimos diariamente a que el cambio climático no tenga reversa.
Por ejemplo, cada vez que conducimos un vehículo o viajamos en avión, emitimos, directa o indirectamente, dióxido de carbono a la atmósfera, uno de los tantos gases de efecto invernadero. Y con eso, también estamos dejando plasmada en el planeta lo que los científicos han llamado la 'huella de carbono'.
Pero en Colombia hay una manera de limpiar esos 'pecados', y dejar incólume nuestra 'conciencia ambiental'.
Ya funciona un Banco de Carbono, proyecto liderado por la
Fundación Natura, para que una alcaldía, una empresa, una persona del común o la organización de un congreso médico, por ejemplo, apoye proyectos de reforestación para que las plantas sembradas absorban los gases tóxicos emitidos durante un día o un año de actividades. Con esto se puede lograr una compensación bautizada como 'carbono cero', una forma muy ecológica para decir que 'el que peca y reza empata'.
Aquí, se parte del principio de la neutralidad climática, en el que las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en un lugar A (un carro) pueden contrarrestarse con actividades de protección del clima en un sitio B (una finca).
Para identificar la huella que deja en su entorno una persona habitualmente, existen muchas calculadoras virtuales instaladas en páginas de Internet (www.icao.int, myclimate.com, ceroco2.org). Pero para tener una idea básica, quien haga un vuelo de ida y regreso entre Bogotá y Cartagena, producirá 242 kilos de dióxido de carbono aproximadamente.
Para compensar esa contaminación, es suficiente que esta persona siembre un árbol y se asegure de que esa planta esté viva durante 15 años.
Hay que tener en cuenta que la vitalidad de los árboles es como la de las personas, y por eso entre más jóvenes, más dióxido de carbono pueden capturar. En cambio, cuando están muy viejos, en ocasiones arrojan, a través de las hojas y la madera que se agota, la misma cantidad de carbono que capturan. De ahí que la deforestación sea una de las mayores fuentes de emisiones.
Ya hay ejemplos de 'consignaciones' a este banco. Empresas que han organizado instalaciones navideñas como las Empresas Públicas de Medellín (EPM), se han apoyado en la Fundación Natura para compensar sus gastos energéticos con la reforestación de un sector de una capital o de uno de los lugares que la fundación ya tiene escogidos en varios departamentos.
Algo similar está haciendo el municipio de Envigado , en Antioquia.
Además, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios (Andesco) mitigó un congreso que organizó en Cartagena con la siembra de plantas en la misma ciudad.
"Tenemos escogidas varias zonas. Una es la reserva de Encenillo, entre Guasca y Sopó, y la otra opción es sembrar los árboles en áreas silvopastoriles donde además de mitigar le dan sombra al ganado. Esto lo estamos haciendo concretamente en dos terrenos de Belén (Boyacá) y Encino (Santander)," explicó Roberto Gómez, subdirector de desarrollo local de la Fundación Natura.
Las sensaciones del patrimonio
Con una fiesta en el Club El Nogal, el Ministerio de Ambiente y Carrefour lanzaron ayer la campaña 'Ambienta tus sentidos: respira, escucha, siente, saborea y observa', que busca destacar y crear sensaciones positivas frente a nuestro patrimonio natural.
Clima amenaza seguridad
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución con la que reconoce que el cambio climático amenaza la seguridad mundial. Con esto, el calentamiento global entraría en la agenda del Consejo de Seguridad. China y Rusia se oponen.
Fuente:ELTIEMPO
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